¿Qué es la corrosión?

La corrosión es un proceso que genera el deterioro de diferentes objetos, como consecuencia de una reacción electroquímica o lo que comúnmente llamamos oxidación.

De acuerdo con un artículo del Instituto Tecnológico de Costa Rica, este fenómeno “consiste en el deterioro de materiales metálicos mediante reacciones químicas y electroquímicas, debido a que estos materiales buscan alcanzar un estado de menor potencial energético”.

En el sector industrial se trabaja con diferentes medidas de seguridad para evitar que este deterioro ocurra, pues repercute en la conservación de la materia prima y las herramientas, lo que inevitablemente deja pérdidas de tipo económico.

Esta reacción química produce daños en objetos metálicos, pero cuando el deterioro es en otros materiales, como los polímeros y la cerámica, hablamos de degradación; sin embargo, ambos casos se deben de evitar en las instalaciones de trabajo, pues podrían causar accidentes relacionados con la ruptura de maquinaria o fallas en la misma.

¿Cómo se produce la corrosión?

En la corrosión intervienen diferentes factores, desde el objeto metálico que está propenso a dañarse, hasta el agua y la temperatura. Por ello, veamos cómo se produce este fenómeno y qué tipo de reacciones químicas participan, de este modo será más fácil evitar que en tu empresa haya pérdidas a causa de dicho problema.

En el libro “La corrosión: el peor de los villanos cuando dominan los metales”, de Marcela Vázquez, se explica que este proceso químico lleva a los metales o aleaciones de su estado puro, a otro en el que forman parte de un óxido, por eso es común hablar de la oxidación de los metales.

Para entender cómo se produce este fenómeno es necesario señalar que los metales se encuentran de manera natural en la corteza terrestre, pero en forma de minerales (óxidos y sales). Después, estos minerales pasan por distintos procesos metalúrgicos para convertirlos en objetos que se usan tanto en las industrias como en la vida diaria.

“Estos procesos de metalurgia extractiva requieren el empleo de grandes cantidades de energía, que se acumula y después tiende a ser liberada. Tarde o temprano el metal regresa a su forma más estable: Alguno de los óxidos. El ciclo que se inició con el mineral, a partir del que se extrajo el metal, termina cerrándose cuando el metal se corroe y vuelve a convertirse en óxido”.

Esta es la explicación que ofrece el libro de Marcela Vázquez sobre el proceso corrosivo, que puede presentarse de dos maneras y afectar a objetos tan variados como latas de comida y ollas que se usan en la vida diaria, hasta herramientas industriales como los hornos y los tanques de almacenamiento.

corrosión un mal que ataca

Tipos de corrosión

El proceso corrosivo es común entre los metales y las aleaciones, pero cada uno se realiza de diferente manera de acuerdo con varios factores, por ejemplo, la naturaleza del propio material y las condiciones del ambiente.

Este fenómeno se puede clasificar en dos vertientes, que definen si será un proceso uniforme, localizado o combinado.

Corrosión química

También es conocida como corrosión seca, sucede cuando un material se disuelve en un líquido corrosivo, hasta que lo consume por completo. Un ejemplo de esto son las anclas que permanecen mucho tiempo en el agua y se notan oxidadas o el color verduzco que aparece en las aleaciones con una base de cobre.

Corrosión electroquímica

Se dice que este fenómeno es electroquímico cuando involucra reacciones de reducción-oxidación, por medio de la presencia de electrodos (un ánodo y un cátodo), un electrolito (medio conductor) y una conexión eléctrica, según lo detalla el artículo “Introducción al fenómeno de corrosión” del Instituto Tecnológico de Costa Rica.

Este fenómeno puede describirse de la siguiente forma, siguiendo la información del artículo antes mencionado: “el ánodo (polo positivo) cede electrones al sistema cuando reacciona, aumentando su número de oxidación, cambiando de su estado metálico base a cationes que se disuelven en el electrolito, siendo este el material que sufre el fenómeno de corrosión; mientras que en el cátodo (polo negativo) los aniones metálicos absorben electrones, disminuyendo su número de oxidación, por lo que cambian a su estado base”.

Las otras formas de clasificar el fenómeno corrosivo incluyen los siguientes tres tipos:

    1. Uniforme: Es la que ocurre de manera homogénea en la superficie de algún objeto, haciendo que se deteriore por completo.
    2. Localizada: Es difícil de detectar porque sólo se manifiesta en zonas concretas de un objeto, pero se pueden notar por picaduras y fisuras.
    3. Combinada: Se llama así porque el proceso corrosivo se combina con otro fenómeno físico, que se considera el iniciador, por ejemplo, la erosión.
que es la corrosión

¿Cómo evitar la corrosión?

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), explica que el acero, así como otros metales, tiene un alto grado de resistencia; sin embargo, no están exentos de corroerse.

Una buena noticia es que no todo está perdido, ya que existen diferentes soluciones para proteger a los metales de este fenómeno, químico y electroquímico. La más común es utilizar acero inoxidable en lugar de acero normal, ya que al estar combinado con níquel y cromo, es más resistente.

El galvanizado es otra posible solución, consiste en recubrir los materiales y objetos de acero con zinc. También es posible recubrirlos con plásticos especiales que resistan el desgaste.

Otra recomendación es “pintar el acero utilizando productos especiales, las superficies que se van a pintar se deberán limpiar cuidadosamente con un cepillo de acero (o preferiblemente mediante un chorro de arena). La capa inferior deberá consistir en un imprimador basado en zinc. La segunda y tercera capas deberán consistir en una pintura de epoxi sobre base de brea”, indica la FAO.

Corrosión y oxidación

Es probable que al escuchar la palabra corrosión también pensemos en oxidación, ya que ambos fenómenos los asociamos con la imagen de un objeto metálico que se dañó y adquirió una apariencia desgastada, de color café y con desprendimientos de pintura.

La realidad es que la oxidación es el proceso previo al corrosivo, en el primer caso se trata del óxido que aparece en la superficie de un objeto, que después de pulirse es posible que recupere su apariencia.

Por lo tanto, podemos decir que la oxidación es un tipo de proceso corrosivo “que se desarrolla en procesos de alta temperatura, en la presencia de algún gas oxidante, como el oxígeno, azufre y elementos halógenos. Las reacciones relacionadas son químicas al no existir un electrolito de por medio, por lo que también se conoce como corrosión seca”, indica el Instituto Tecnológico de Costa Rica.

corrosión es lo mismo que la oxidación

¡Evita la corrosión con rejillas y tanques de fibra de vidrio!

En el sector industrial nos podemos encontrar con una gran cantidad de materiales, que son la base de sus procesos productivos. Uno de los más comunes es la fibra de vidrio, ya que cuenta con diferentes características que la hacen un muy buen recurso: Es de bajo costo, necesita poco mantenimiento y tiene resistencia química.

Es precisamente la resistencia a la corrosión una de las propiedades que más se conocen de la fibra de vidrio, por eso se utiliza para reforzar otros materiales y hacerlos más duraderos.

Un ejemplo de esto son los plásticos reforzados con fibra de vidrio, que se ocupan para fabricar tanques y rejillas, haciéndolos más resistentes a los procesos corrosivos, a sustancias químicas y además, no conducen electricidad, lo que ayuda a que las empresas que los instalan, trabajen sin ningún contratiempo.

¿Buscas tanques y rejillas de fibra de vidrio resistentes a la corrosión? Plaremesa es tu opción.

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