¿Qué es un ducto?
Los ductos son un elemento tubular, cilíndrico o poliédrico que se convierten en el pasaje a través del cual se conduce el aire acondicionado, la calefacción, la ventilación o vapores o gases en una construcción de cualquier índole y con distintos motivos.
Aunque por lo general, al referirse a ductos, se habla del sistema de tubular de servicio en una construcción, también reciben el nombre de ducto las tuberías que en una instalación industrial o comercial funcionan como medio de conducción, ya sea de materiales de construcción como el concreto, e incluso de documentos y productos a comercializar por medio de un sistema de encapsulamiento de objetos.
Los ductos se pueden utilizar tanto para suministrar como para el escape de los fluidos que se requieren o se producen en una instalación, suministran de aire templado o purifican el ambiente a través de la inyección de aire lavado en distintas zonas de una construcción, así mismo pueden servir como escape para ventilación o exclusa para gases o vapores producidos por algún proceso realizado dentro de las instalaciones en las que se colocan.
¿Cuántos tipos de ductos existen?
Existen dos principales tipos de ductos, los flexibles y los rígidos.
Los ductos flexibles son tubos redondos que se forman por hélices de alambre de acero que se recubren con plástico flexible. La mayor parte de este tipo de ductos se rodea también con una capa de aislamiento para mantener el aire a la temperatura adecuada. Son fáciles de instalar y tienen un costo accesible.
Son recomendables para espacios estrechos en donde es difícil instalar ductos rígidos, pues pueden doblarse alrededor de estructuras fijas para trabajar prácticamente en cualquier espacio. Una desventaja de estos es que son vulnerables a dobleces y fracturas que pueden representar un obstáculo para el libre flujo del aire o de otros fluidos que daban transportarse a través de ellos.
El otro tipo de ductos son los rígidos que pueden presentarse de distintos tamaños y ser fabricados en distintos materiales como el acero galvanizado, el aluminio, la fibra de vidrio y el tablero de fibra.
Los ductos de lámina metálica, ya sea de acero galvanizado o de aluminio. En el caso de los ductos de aluminio son ligeros y no presentan dificultades en su instalación. Los que son fabricados con metales son resistentes al moho, dado que el material no es poroso y esto permite una mejor calidad del aire durante un tiempo más prolongado.
En general, este tipo de ductos son los más duraderos porque las características del material hacen que mantenga su forma y sea resistente a fracturas, dobleces o aplastamientos, aunque en las uniones de las secciones pueden presentar fugas.
Los ductos revestidos de fibra de vidrio son fabricados con lámina de algún metal y tanto en su exterior como en su interior presentan un recubrimiento de fibra de vidrio, que proporciona aislamiento para mantener una adecuada temperatura del aire, evitando la condensación de vapores y amortiguando los sonidos en el caso de que se utilice como conducto de sistemas de aire acondicionado. Esto último le brinda una ventaja para ser instalado en construcciones comerciales y residenciales.
Los ductos de tablero de fibra se componen de fibras de vidrio comprimidas que han sido selladas, evitando así que las partículas ingresen al aire. El exterior de las tablas de estos ductos está protegido por una cubierta de aluminio que sirve como escudo ante la humedad y el aire. Son el material más económico para este tipo de instalaciones.
Aplicaciones de los ductos
Los ductos, tanto rígidos como flexibles, tienen una gran cantidad de aplicaciones en construcciones de todo tipo, tanto en instalaciones comerciales y residenciales, como en espacios industriales y de una gran variedad de servicios.
Los ductos funcionan como sistema de ventilación, manteniendo y renovando el aire que entra a un edificio, especialmente si cuenta con sistema de aire acondicionado o de purificación de aire, permitiendo el flujo constante de este elemento, controlando así la temperatura de un espacio determinado, permitiendo la circulación de las corrientes de la manera en que se haya diseñado, según las necesidades específicas de cada espacio.
