La malla de fibra de vidrio es uno de los insumos más utilizados por el sector industrial, principalmente el de la construcción, ya que tiene un buen rendimiento y pueden sustituir a otro tipo de materiales, por ejemplo, el metal desplegado, que es más propenso a presentar grietas.
En cualquier centro de trabajo es fundamental tener equipo de calidad que cumpla con las necesidades que se tienen, para que se le saque el mejor provecho posible y se eviten pérdidas económicas por el uso de materia prima inadecuada. Este tipo de malla ofrece distintas ventajas y es fácil de comprar en México.
¿Qué es una malla de fibra de vidrio?
Las mallas que se fabrican con fibra de vidrio son materiales de construcción con los cuales se pueden reforzar paredes y pisos, debido a que cuentan con una buena resistencia al impacto. Estos productos pasan por un proceso de fabricación muy completo, que incluye un recubrimiento de acrílico anticorrosivo, para que los materiales alcalinos no perjudiquen su composición.
Se utiliza fibra de vidrio para fabricar dichas mallas porque es una materia prima de buenas características mecánicas, tiene un bajo costo, es un aislante eléctrico y cuenta con un alto módulo de elasticidad.
“Las fibras de vidrio se encuentran entre los materiales industriales más versátiles conocidos, son producidos fácilmente y la materia prima para fabricarlas está disponible de manera prácticamente ilimitada (…) Además tienen una elongación a la rotura superior a las fibras de carbono, por lo que promueve una mayor resistencia al impacto”.
Estas características, descritas por la Universidad Autónoma de Nuevo León, permiten comprender mejor por qué la fibra de vidrio se utiliza para fabricar las mallas y tienen una mayor preferencia en el sector de la construcción.
Dichas mallas, parecidas a unas redes, son flexibles y livianas, por lo que se puede trabajar muy fácil con ellas. Una de sus cualidades más conocidas es su capacidad de absorber las dilataciones que aparecen con los cambios bruscos de temperatura, por eso no se oxidan y no se dañan al estar en contacto con materiales fuertes como el cemento.
Cuando se utilizan estas redes de fibra de vidrio, se evita que aparezcan fisuras en los revestimientos exteriores de las paredes, hechos generalmente con cemento o cal, de ahí su importancia a la hora de resistir la humedad.
Utilizarlas en un entorno industrial, es una acertada forma de distribuir las cargas mecánicas en las superficies donde se coloquen, lo que ayuda a que no aparezcan grietas.
Estas redes, al ser de un plástico reforzado con fibra de vidrio, hacen que poner el anclaje de los revestimientos sea más fácil, sobre todo los que son rugosos o los que tienen placas aislantes.
Un punto importante es que la resistencia al impacto que tengan estas mallas depende de su medida, cuando son delgadas lo ideal es que se utilicen para reforzar mezclas impermeabilizantes y proyectos relacionados con vitrofusión. Por otra parte, cuando son más grandes, es posible emplearlas en la colocación de pisos.
¿Para qué sirven las mallas de fibra de vidrio?
A lo largo del texto hemos mencionado que la malla de fibra de vidrio evita que las paredes se agrieten, lo cual nos indica su principal aplicación: La construcción de paredes y pisos.
En la industria de la construcción, podemos ver que las mallas están presentes en los revestimientos de los pisos y los muros, cuando son nuevos e incluso cuando el trabajo consiste en una renovación de los mismos, ya sea por el deterioro de otros materiales o simplemente para darles un mejor refuerzo.
La forma correcta de colocar la malla es entre dos capas de revestimiento, y no directamente sobre los ladrillos o tabiques, a fin de que se alcance una mejor fijación. Posteriormente, es recomendable impermeabilizar para que haya un mejor acabado.
Su uso es principalmente industrial porque se utiliza en muros que necesitan soportar impactos fuertes, sin que esto les provoque cuarteaduras y a la larga, una posible caída.
Cuando la malla se utiliza en pisos, regularmente es en la capa de terminación, esto evita que con el paso del tiempo aparezcan grietas. También es más común este uso en el sector de las industrias, donde se mueven maquinarias muy pesadas o se trabaja con sustancias químicas que pueden caer al piso.
Si la malla se combina con otros materiales, como el poliestireno, adquiere una función de aislante. Y debido a sus características, es posible aplicarla sobre hormigón, madera y yeso, sin comprometer su resistencia y fijación.
El manejo de las mallas de fibra de vidrio no es complicado, de hecho, con unas tijeras se corta fácilmente, dependiendo de las medidas que tenga el muro o el piso donde se colocará. Además, puede funcionar bien tanto en interiores como en exteriores, porque no se oxida y como lo mencionamos, resiste los cambios de temperatura.
¿Es cara la malla de fibra de vidrio?
Este tipo de mallas cuentan con otra característica que contribuye a su amplia utilización, tiene que ver con sus precios, los cuales varían de un productor a otro, pero en general, presentan una buena relación de costo-calidad.
Las mallas de mejor calidad y avaladas por estándares internacionales, podrían tener precios más elevados que el promedio; sin embargo, es un material que genera buenas inversiones y ahorros para las industrias por su resistencia y durabilidad.
Comprar malla de fibra de vidrio en Plaremesa
En México, la comercialización de la malla de fibra de vidrio la realizan distintas empresas, una de ellas es Plaremesa, una compañía especializada en fibra de vidrio y la producción de diferentes productos a partir de dicho material.
Con una experiencia mayor a 50 años, Plaremesa se dedica a fabricar y distribuir insumos industriales de calidad, además de la malla tienen un catálogo conformado por tanques, rejillas y perfiles estructurales de fibra de vidrio.
Todos los productos que esta empresa mexicana comercializa, están avalados por normas de fabricación y está acreditada en mercados internacionales, por lo que es seguro y confiable adquirir tanto la malla como otros equipos hechos con fibra de vidrio.
